Concurso de acreedores voluntario
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El concurso de acreedores voluntario, una figura en auge para afrontar crisis empresariales

En situaciones de crisis y de incapacidad de hacer frente a las deudas contraídas, las empresas tienen una herramienta legal con la que pueden afrontar esta situación con la posibilidad de reestructurar y reflotar la compañía con el objetivo de que vuelva a ser rentable y a tener una deuda asumible. Hablamos de lo que se conoce como concurso de acreedores voluntario, cada vez más solicitado por empresas de todos los sectores.

¿Qué es un concurso de acreedores voluntario?

Para saber que es un concurso de acreedores voluntario tan solo hay que atender a la descripción que se hace del mismo en la legislación mercantil. Es el concurso que se insta a petición del propio deudor cuando por el devenir del negocio se llega a una situación de insolvencia en la que es incapaz de hacer frente a todas las deudas que se han contraído.

Es, por tanto, una protección legal frente a las acciones legales que los acreedores puedan llegar a tomar y tiene como objetivo la reestructuración del negocio para que vuelva a ser viable en términos financieros. En ocasiones esta herramienta se utiliza con el único objetivo de dilatar el concurso necesario y puede ser impugnado por los acreedores en los juzgados.

Este tipo de concurso de acreedores permite a la empresa influir en la disposición y administración de los deudores respecto al patrimonio de la empresa, lo que permite un mayor grado de autonomía a la hora de llegar a un acuerdo para refinanciar o liquidar las deudas. Es importante solicitarlo con premura, ya que si un solo deudor insta el concurso en el juzgado de lo mercantil se hace inevitable un concurso necesario.

Principales ventajas del concurso de acreedores voluntario

El concurso de acreedores voluntario permite a las empresas disfrutar de ciertas ventajas, tal y como afirma el reconocido experto internacional español especializado en gestión de crisis de la consultora Dipcom Corporate, Igor Ochoa. Son muchas las ventajas a destacar, pero algunas de ellas destacan especialmente.

Hablamos, por ejemplo, de que el concurso voluntario permite a la empresa congelar el pago de los créditos que tiene con sus acreedores para iniciar el proceso de negociación que sirva para volver a la viabilidad de la empresa. De esta forma, la empresa puede conseguir quitas en las deudas o esperas que les ayuden a salir de una situación complicada.

Ventajas del concurso de acreedores

Otra ventaja es que los administradores de la sociedad pueden seguir teniendo las riendas de la misma conservando las facultades de administración del negocio. Esto no ocurre en el concurso necesario, en el que se suspende al administrador de sus funciones de gestión de la empresa y ésta recae sobre la administración concursal.

También es importante para conseguir que el juez califique el concurso como fortuito y no como culpable. En el caso de que se declare culpable, el administrador puede enfrentarse a responsabilidades legales y económicas de gran importancia, como la inhabilitación o la condena por daños y perjuicios así como la cobertura del déficit patrimonial que aún quede por pagar después del concurso.

Para ello es fundamental reconocer la situación de insolvencia y declarar el concurso de acreedores voluntario dentro del plazo legal establecido. Una decisión que puede ser determinante para cambiar el rumbo de la empresa y de su consejo de administración.

Casos de éxito después de un concurso de acreedores voluntario

Aunque pensar en concurso de acreedores es pensar en la liquidación de la sociedad afectada, lo cierto es que el concurso voluntario de acreedores ha sido el instrumento que ha salvado y ayudado a remontar a cientos de empresas cada año en nuestro país. Hablamos de empresas como la productora de Pocoyó, la empresa de golosinas y confitería Fiesta o incluso clubes deportivos como el Málaga C.F. Pero también existen casos de empresas pequeñas, como Cristalería Loma, a las que el concurso voluntario les ha permitido salir adelante y continuar con su actividad.

Como se puede apreciar, la figura del concurso voluntario de acreedores es una herramienta fundamental para poder luchar por la viabilidad de una empresa en situación de crisis empresarial. Las ventajas del concurso voluntario frente al concurso necesario y los casos de éxito existentes avalan esta opción de reestructuración de deudas para empresas de todos los tamaños y sectores.

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