Miedo al dentista
Salud

Trucos para que los niños no tengan miedo al dentista

Para la mayoría de las personas, las nuevas experiencias suelen causar un poco de temor, en especial para los niños. Algunos pequeños se muestran especialmente temerosos ante los ruidos extraños y las personas con uniformes blancos, quizás porque han fijado estas imágenes a una experiencia un tanto negativa o dolorosa.

Diversos estudios apuntan que un 80% de la población mundial le tiene miedo al dentista, algo que para muchos se traduce en una auténtica fobia. En el caso de los niños, este comportamiento temoso tiene una incidencia mayor, pero hay algunas formas en las que se puede evitar este miedo y hacer que la visita al odontólogo se vuelva algo natural.

Con la ayuda de la prestigiosa Clínica TorreLara, dentista en Illescas, hemos recopilado algunos trucos para que los niños pierdan el miedo al dentista.

Visitar al dentista a una edad temprana 

Para que las visitas al dentista no produzcan temor, se deben iniciar a temprana edad. Planifica las visitas de manera preventiva y periódica a partir del primer año de edad o cuando aparezca el primer diente.

Visitar al dentista

De esta manera, el pequeño se va a familiarizar con el lugar, con los sonidos del ambiente y lo tomará como algo normal en su vida. De esta forma los niños se sentirán en confianza cuando sea necesaria una visita para atender cualquier emergencia o realizar algún procedimiento correctivo.

Los padres deben ir al dentista con la misma frecuencia

Gran parte del aprendizaje infantil se produce por repetición de ejemplos, de modo que si los padres asisten con periodicidad y normalidad al centro odontológico como parte de su rutina de salud, el niño tomará el asunto como normal y no le causará mayor temor.

Cuando los pequeños miran a sus padres entrar y salir de la consulta con normalidad, y responden a todas las dudas que puedan tener, aceptarán las visitas con menos problema.

Clínicas con personal especializado en niños

Es fundamental escoger una clínica dental que disponga de profesionales especializados en odontología infantil, de modo que la relación entre el doctor y el pequeño paciente se produzca de manera natural.

Es usual que los centros especializados en niños cuenten con distracciones como juegos, pantallas y música para hacer más relajante el tiempo de espera.

Los padres deben aportar información suficiente

Los padres pueden colaborar mucho en que la experiencia del pequeño en el dentista sea mucho más agradable, simplemente manteniendo una actitud positiva ante el asunto.

En lugar de evitar las preguntas incómodas y ocultar información, es mejor explicarles de manera directa a dónde van y a qué, de forma que las situaciones no se produzcan por sorpresa y se cree una experiencia traumática, que es lo que normalmente suele ocurrir cuando el niño es llevado al dentista con engaños y promesas falsas.

Será importante cuidar mucho el tipo de frases que se utilizan ya que, algunas veces, mientras los padres buscan tranquilizar al niño, terminan por incitar el miedo.

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