TOC
Salud

Vivir con TOC

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (comúnmente llamado “TOC”) es un trastorno psicológico que se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos y recurrentes sobre diferentes temas y, en ocasiones, por las llamadas compulsiones o rituales para calmar esos pensamientos.

En la sociedad es un trastorno del que se ha oído hablar, sobre todo a través de series o películas. En este ámbito se visibiliza el problema, aunque generalmente de forma cómica. En las películas, las compulsiones de la persona con TOC pueden resultar graciosas, pero para la persona real la situación es muy diferente. Según refiere Sonia González Domínguez, directora de la clínica de Psyfeel psicología , “vivir con TOC es una auténtica pesadilla, generalmente por el cansancio que genera”.

De hecho, quien tiene un TOC no solo vive el malestar de luchar contra esos pensamientos y esas compulsiones, sino que también tiene que intentar ocultar su problema a la sociedad. En este sentido, la persona sabe que las cosas que hace pueden resultar extrañas para el resto y vive la situación con vergüenza y frustración.

¿Qué es el TOC?

El TOC es un trastorno de ansiedad caracterizado especialmente por dos tipos de síntomas: las obsesiones y las compulsiones.

Todo empieza con uno o varios pensamientos desagradables e indeseados para la persona. Estos pensamientos se llaman obsesiones, porque a partir de ese momento aparecen de forma recurrente e incontrolable. De hecho, cuanto la persona más intenta no pensar en ello, más lo piensa. El malestar de estos pensamientos es tan grande que busca aliviarse o evitar pensar en ello de alguna forma. Aquí es cuando aparecen las compulsiones. Las compulsiones o rituales implican una acción o un pensamiento también repetitivo y que hace a la persona sentirse mejor en cuanto a los pensamientos, aunque sigue estando mal por realizar esas compulsiones.

El alivio de las compulsiones es temporal, puesto que luego los pensamientos vuelven a aparecer. Por ello, el trastorno acaba siendo un círculo vicioso del que la persona no puede escapar, generando un malestar continuo e imparable.

Cómo es vivir con Trastorno Obsesivo Compulsivo

Muchas personas aguantan y aguantan a lo largo de su vida las consecuencias derivadas del trastorno obsesivo compulsivo, hasta que no pueden más y piden ayuda. “En nuestra consulta de psicología en Salamanca llegan a veces personas que han arrastrado el trastorno casi toda su vida, lo cual les ha limitado en muchos aspectos”, refiere Sonia.

Por una parte, hay que destacar el malestar psicológico de los pensamientos. Los pensamientos del TOC son desagradables e imposibles de gestionar para la persona. Las temáticas pueden ser muy diferentes, pero a veces tienen que ver con estar contagiado de una

enfermedad peligrosa, con que vaya a ocurrir una desgracia o incluso con el miedo a hacer algo malo a otras personas o a sí mismo.

Estas obsesiones de por sí generan una gran ansiedad, por ello la persona encuentra un alivio temporal en las compulsiones. Las más comunes suelen ser lavarse las manos compulsivamente, repetir las cosas un número determinado de veces o hacer las cosas de determinada manera. Sin embargo, hay otros muchos rituales, incluso a veces estos rituales están encubiertos en el propio pensamiento: que algunos pensamientos intenten aliviar los otros pensamientos desagradables.

Los rituales también generan malestar y mucha limitación en la vida. Por una parte, por el tiempo que hacen perder a la persona, o por no poder ir a determinados lugares o realizar algunas actividades que hubieran realizado si no existiera el TOC. Por ejemplo, una persona con TOC de comprobación tiene que comprobar una y otra vez que todo está bien antes de salir de casa (que el gas está apagado, que los grifos están cerrados, que la luz no se queda encendida o la puerta abierta, etc.). Como es esperable su miedo suele tener que ver con que ocurra una desgracia y no haberlo podido evitar.

Por otra parte, algunas compulsiones generan otro tipo de problemas. Por ejemplo, lavarse continuamente las manos acaba generando problemas dermatológicos. Sonia indica que en la consulta ha llegado a ver casos de personas que incluso se lavaban las manos o el cuerpo con lejía o con otros productos, con todo lo que ello supone para la salud física.

A todo esto hay que sumarle el estigma que supone padecer una enfermedad mental. Esta es una de las causas de que la persona oculte su problema, hasta que no puede más y decide pedir ayuda.

Cuando un paciente llega a la consulta, habitualmente ha estado mucho tiempo haciendo estas cosas sin poderlo evitar. Por ello, todas las personas que lo padecen coinciden en que es muy cansado y acaban abandonado actividades, o incluso desembocando en otros problemas, como la depresión.

Sin duda alguna, vivir con TOC supone muchas limitaciones en todos los niveles. Es difícil vivir en un mundo que parece incontrolable y con pensamientos también incontrolables. Además, todo el malestar se incrementa con el peso de no sentirse comprendido por la sociedad, puesto que la gente habitualmente no conoce hasta qué punto afecta el TOC.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *